The 5 Biggest Mistakes You’re Making With Work Relationships [Los 5 mayores errores que usted está cometiendo en las relaciones en el trabajo]
Para liderar un equipo, es vital saber construir unas buenas relaciones en el trabajo. En este artículo de Fast Company, coescrito por el gurú del management Ken Blanchard, se exponen 5 errores comunes, como no preocuparse por las relaciones, darles una dimensión demasiado emocional o llevarse bien sólo con los iguales y superiores. También se proponen fórmulas de autoevaluación y de mejora de las relaciones.
Una gran compañía de telecomunicaciones encargó un estudio para descubrir qué atributos predecían mejor el éxito a largo plazo del liderazgo. ¿Por qué algunos líderes triunfaban y otros nunca estaban a la altura de las expectativas? Después de examinar una gran variedad de factores – entre ellos la tenacidad, la inteligencia, la ética o la ingenuidad - descubrieron que la capacidad de construir y fomentar una red de relaciones era el mejor indicador de éxito.
Construir relaciones de trabajo colaborativas es un reto para muchas personas. No se enseña normalmente en las escuelas y rara vez lo aprenden los que acceden a puestos de liderazgo. Es un gran problema.
Los retos actuales requieren los mejores esfuerzos de un grupo de personas comprometidas que trabajen por un objetivo común. Aunque una persona sola puede tener un impacto, el rol de líder es guiar al equipo para alcanzar mayores objetivos de los que podrían realizar individualmente.
A muchas personas se las selecciona para posiciones directivas gracias a sus fuertes capacidades y conocimientos individuales. Pero su experiencia de ser “el más listo del lugar” a menudo les impide desarrollar la capacidad de sacar lo mejor de los demás.
Construir relaciones de trabajo más fuertes
Hacer la transición de colaborador individual a líder de equipo empieza por ayudar a los demás a alcanzar sus metas, de modo que su visión preestablecida pueda hacerse realidad.
La clave es pasar de pensar sólo en uno mismo y lo que se pretende conseguir, a pensar en las personas del equipo. ¿Qué objetivos persiguen? ¿Cuáles son sus áreas de responsabilidad y cómo les puedo ayudar? Si sus tareas y metas están alineadas con los objetivos generales de la organización, ayudándoles a hacer su trabajo el líder se asegura de que los objetivos de la compañía se alcanzarán.
Algunos errores típicos
La gente quiere líderes que tengan una noción clara de adónde van, que se preocupen por los demás, y que se centren en los resultados. Al líder le conviene que se le vea como una persona aliada y que consigue que las cosas salgan adelante.
Construir relaciones consiste en ser un factor positivo en la vida de otra persona. ¿Me ve esa persona como alguien que le está ayudando en su camino? ¿Estoy aportando valor a su vida? ¿O estoy obstaculizando su éxito?
Aquí se exponen 5 errores típicos que las personas cometen cuando construyen relaciones en el trabajo. Con suerte, usted no se verá reflejado en ninguno de estos ejemplos. Pero si se ve reflejado, siga leyendo y le propondremos algunas estrategias para remediarlo.
1. Recibir antes de dar. Las mejores relaciones son las que suponen una reciprocidad al dar y recibir. Su objetivo al principio es conseguir fondos para la cuenta corriente emocional de la otra persona a los que pueda recurrir en los momentos difíciles pero inevitables que surgen en toda relación. Pero debe tener cuidado. Si las personas tienen la sensación de que usted sólo hace algo porque espera algo a cambio, la relación puede romperse.
El arte de construir relaciones es dar lo máximo que se pueda sin tener expectativas inmediatas de retorno. El trabajo originará objetivos y fechas límite que serán importantes tanto para usted como para la otra persona. De nuevo, tenga en cuenta las necesidades de los demás. Si establece la relación primero, se verá en una mejor posición para conseguir más cosas juntos.
2. Ser un oportunista. A algunas personas les importa mucho el estatus a la hora de construir relaciones. Se concentran en relacionarse con personas que creen que son importantes en la jerarquía. Pero no ponen la misma energía en aquellas a las que ven inferiores en la pirámide.
Tuvimos un cliente coachee que era así. Se llevaba muy bien con sus iguales y sus superiores, pero sus subordinados directos estaban resentidos, le temían y le odiaban. Esto limitaba su eficiencia en la organización. Como líder, se es tan bueno como el equipo al que se lidera.
3. Ver la construcción de relaciones como un juego de influencias. Algunas personas actúan como si estuvieran por encima de todo. Creen equivocadamente que sus conocimientos y habilidades son lo único que la organización les exige, así que no ven la necesidad de construir relaciones.
Es frecuente verlo en profesiones técnicas en las que los profesionales han generado todo su éxito gracias a lo que saben en lugar de a quién conocen. Les motiva especialmente perfeccionar sus habilidades y destrezas. Aunque es importante estar bien preparado en un área específica de expertise, también hay que construir habilidades colaborativas potentes que permitan trabajar en proyectos de equipo. Esto influye más en el éxito de la organización que cuando las personas piensan buenas ideas individualmente.
4. Olvidarse de los resultados. Otras personas cometen el error contrario: dan demasiado uso al comodín de las relaciones. Estas personas actúan como si una buena relación pudiera solventar una falta de conocimiento o de habilidades. Es importante recordar que una razón primaria para cultivar buenas relaciones de trabajo es cumplir mejor los objetivos de la organización.
Centrarse en los resultados no suele ser difícil con los nuevos empleados. Llegan a la organización sabiendo que deben cumplir una serie de tareas. Pero con el tiempo las relaciones pueden cambiar de forma que se subestime el desempeño. Si una relación empieza a centrarse principalmente en el vínculo emocional, ambas partes pueden olvidar que en el trabajo lo principal es cumplir con las tareas. Muchas relaciones de trabajo son ineficientes porque se han desvinculado de los objetivos organizativos.
5. Limitar su círculo de relaciones. Otro error que cometen los líderes – sobre todo al principio de sus carreras – es desarrollar relaciones sólo con las personas que se parecen a ellos o que pertenecen a su nivel. Los mejores líderes son los que se relacionan con personas diferentes a ellos, por ejemplo que trabajan en otros departamentos, que tienen habilidades distintas o que pertenecen a otros niveles.
Evalúe dónde se encuentra
La mejor forma de empezar a construir auténticas relaciones es trazar un mapa de las actuales. Esto supone sentarse con una hoja de papel y dibujar un mapa de cada persona con la que tiene relación en el trabajo. Haga una evaluación rápida de esas relaciones planteándose tres cuestiones sobre cada persona:
Construir relaciones de trabajo colaborativas es un reto para muchas personas. No se enseña normalmente en las escuelas y rara vez lo aprenden los que acceden a puestos de liderazgo. Es un gran problema.
Los retos actuales requieren los mejores esfuerzos de un grupo de personas comprometidas que trabajen por un objetivo común. Aunque una persona sola puede tener un impacto, el rol de líder es guiar al equipo para alcanzar mayores objetivos de los que podrían realizar individualmente.
A muchas personas se las selecciona para posiciones directivas gracias a sus fuertes capacidades y conocimientos individuales. Pero su experiencia de ser “el más listo del lugar” a menudo les impide desarrollar la capacidad de sacar lo mejor de los demás.
Construir relaciones de trabajo más fuertes
Hacer la transición de colaborador individual a líder de equipo empieza por ayudar a los demás a alcanzar sus metas, de modo que su visión preestablecida pueda hacerse realidad.
La clave es pasar de pensar sólo en uno mismo y lo que se pretende conseguir, a pensar en las personas del equipo. ¿Qué objetivos persiguen? ¿Cuáles son sus áreas de responsabilidad y cómo les puedo ayudar? Si sus tareas y metas están alineadas con los objetivos generales de la organización, ayudándoles a hacer su trabajo el líder se asegura de que los objetivos de la compañía se alcanzarán.
Algunos errores típicos
La gente quiere líderes que tengan una noción clara de adónde van, que se preocupen por los demás, y que se centren en los resultados. Al líder le conviene que se le vea como una persona aliada y que consigue que las cosas salgan adelante.
Construir relaciones consiste en ser un factor positivo en la vida de otra persona. ¿Me ve esa persona como alguien que le está ayudando en su camino? ¿Estoy aportando valor a su vida? ¿O estoy obstaculizando su éxito?
Aquí se exponen 5 errores típicos que las personas cometen cuando construyen relaciones en el trabajo. Con suerte, usted no se verá reflejado en ninguno de estos ejemplos. Pero si se ve reflejado, siga leyendo y le propondremos algunas estrategias para remediarlo.
1. Recibir antes de dar. Las mejores relaciones son las que suponen una reciprocidad al dar y recibir. Su objetivo al principio es conseguir fondos para la cuenta corriente emocional de la otra persona a los que pueda recurrir en los momentos difíciles pero inevitables que surgen en toda relación. Pero debe tener cuidado. Si las personas tienen la sensación de que usted sólo hace algo porque espera algo a cambio, la relación puede romperse.
El arte de construir relaciones es dar lo máximo que se pueda sin tener expectativas inmediatas de retorno. El trabajo originará objetivos y fechas límite que serán importantes tanto para usted como para la otra persona. De nuevo, tenga en cuenta las necesidades de los demás. Si establece la relación primero, se verá en una mejor posición para conseguir más cosas juntos.
2. Ser un oportunista. A algunas personas les importa mucho el estatus a la hora de construir relaciones. Se concentran en relacionarse con personas que creen que son importantes en la jerarquía. Pero no ponen la misma energía en aquellas a las que ven inferiores en la pirámide.
Tuvimos un cliente coachee que era así. Se llevaba muy bien con sus iguales y sus superiores, pero sus subordinados directos estaban resentidos, le temían y le odiaban. Esto limitaba su eficiencia en la organización. Como líder, se es tan bueno como el equipo al que se lidera.
3. Ver la construcción de relaciones como un juego de influencias. Algunas personas actúan como si estuvieran por encima de todo. Creen equivocadamente que sus conocimientos y habilidades son lo único que la organización les exige, así que no ven la necesidad de construir relaciones.
Es frecuente verlo en profesiones técnicas en las que los profesionales han generado todo su éxito gracias a lo que saben en lugar de a quién conocen. Les motiva especialmente perfeccionar sus habilidades y destrezas. Aunque es importante estar bien preparado en un área específica de expertise, también hay que construir habilidades colaborativas potentes que permitan trabajar en proyectos de equipo. Esto influye más en el éxito de la organización que cuando las personas piensan buenas ideas individualmente.
4. Olvidarse de los resultados. Otras personas cometen el error contrario: dan demasiado uso al comodín de las relaciones. Estas personas actúan como si una buena relación pudiera solventar una falta de conocimiento o de habilidades. Es importante recordar que una razón primaria para cultivar buenas relaciones de trabajo es cumplir mejor los objetivos de la organización.
Centrarse en los resultados no suele ser difícil con los nuevos empleados. Llegan a la organización sabiendo que deben cumplir una serie de tareas. Pero con el tiempo las relaciones pueden cambiar de forma que se subestime el desempeño. Si una relación empieza a centrarse principalmente en el vínculo emocional, ambas partes pueden olvidar que en el trabajo lo principal es cumplir con las tareas. Muchas relaciones de trabajo son ineficientes porque se han desvinculado de los objetivos organizativos.
5. Limitar su círculo de relaciones. Otro error que cometen los líderes – sobre todo al principio de sus carreras – es desarrollar relaciones sólo con las personas que se parecen a ellos o que pertenecen a su nivel. Los mejores líderes son los que se relacionan con personas diferentes a ellos, por ejemplo que trabajan en otros departamentos, que tienen habilidades distintas o que pertenecen a otros niveles.
Evalúe dónde se encuentra
La mejor forma de empezar a construir auténticas relaciones es trazar un mapa de las actuales. Esto supone sentarse con una hoja de papel y dibujar un mapa de cada persona con la que tiene relación en el trabajo. Haga una evaluación rápida de esas relaciones planteándose tres cuestiones sobre cada persona:
- -¿Sé lo que es importante para ella? ¿Sé qué persigue y cuáles son sus prioridades? Si no lo sabe, probablemente hay un vacío que deba solucionar.
- -¿Sé algo personal de ella? ¿Tiene hijos? ¿Cuál es su situación familiar? ¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre? Conozca bien a la persona.
- -¿Nuestra relación actual es positiva, neutral o negativa? Si es negativa, pregúntese: ¿Qué podría pasar si nuestra relación sigue siendo mala o empeora? ¿Podría suponer una amenaza para mí o para la organización?
Trazando y estudiando un mapa de relaciones, puede detectar áreas problemáticas que podrían causar dificultades más adelante. Partiendo de ahí, puede empezar a identificar y desarrollar estrategias para mejorar esas relaciones.
Vayamos a comer
Una buena forma de empezar a construir una relación es tomándose tiempo para conocer más a la otra persona. Seleccione una de las relaciones neutras o negativas que ha identificado en el mapa e invite a esa persona a comer. Pase la mayor parte del tiempo escuchándola y haciéndole preguntas. A la gente le gusta tener una relación con alguien que se interesa por ellos.
Del modo contrario también es cierto. Todos hemos tenido la desagradable experiencia de cenar con alguien que no nos hace ni una sola pregunta sobre nosotros. Piense en las personas con las que más le gusta charlar. Seguramente son las que están más interesadas en lo que usted hace, lo que le importa y lo que pasa en su vida. Use la misma estrategia para construir relaciones con otras personas.
Liderar es relacionarse
Cuanto más se asciende en una organización, más importante es mantener las buenas relaciones que se han establecido a lo largo de los años. Los seres humanos prefieren trabajar con personas que conozcan y que les gusten. Las que inspiran confianza y demuestran una comprensión real de las preocupaciones y aspiraciones de los demás son las que ascienden al liderazgo.
Haga lo que haga, no evite ni ignore el factor humano del trabajo. Encerrarse en uno mismo y concentrarse sólo en hacer su trabajo puede ayudarle a evitar los aspectos negativos de las relaciones, pero también limitará su capacidad de crecer en la organización y de tener un mayor impacto.
Scott Blanchard es cofundador de Blanchard Certified, un recurso de desarrollo de liderazgo basado en cloud. Ken Blanchard es coautor del best-seller The One Minute Manager y 50 libros más sobre liderazgo.
Vayamos a comer
Una buena forma de empezar a construir una relación es tomándose tiempo para conocer más a la otra persona. Seleccione una de las relaciones neutras o negativas que ha identificado en el mapa e invite a esa persona a comer. Pase la mayor parte del tiempo escuchándola y haciéndole preguntas. A la gente le gusta tener una relación con alguien que se interesa por ellos.
Del modo contrario también es cierto. Todos hemos tenido la desagradable experiencia de cenar con alguien que no nos hace ni una sola pregunta sobre nosotros. Piense en las personas con las que más le gusta charlar. Seguramente son las que están más interesadas en lo que usted hace, lo que le importa y lo que pasa en su vida. Use la misma estrategia para construir relaciones con otras personas.
Liderar es relacionarse
Cuanto más se asciende en una organización, más importante es mantener las buenas relaciones que se han establecido a lo largo de los años. Los seres humanos prefieren trabajar con personas que conozcan y que les gusten. Las que inspiran confianza y demuestran una comprensión real de las preocupaciones y aspiraciones de los demás son las que ascienden al liderazgo.
Haga lo que haga, no evite ni ignore el factor humano del trabajo. Encerrarse en uno mismo y concentrarse sólo en hacer su trabajo puede ayudarle a evitar los aspectos negativos de las relaciones, pero también limitará su capacidad de crecer en la organización y de tener un mayor impacto.
Scott Blanchard es cofundador de Blanchard Certified, un recurso de desarrollo de liderazgo basado en cloud. Ken Blanchard es coautor del best-seller The One Minute Manager y 50 libros más sobre liderazgo.
* Blanchard, Ken; Blanchard, Scott. “The 5 Biggest Mistakes You’re Making With Work Relationships”. Fast Company, 23/04/2012 (Artículo consultado on line el 25/04/2012).
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