Olviden lo dicho. Aunque quede poco glamuroso, los empleados de cuello azul, los trabajadores industriales siguen siendo la principal fuerza de trabajo y los principales generadores de riqueza en el continuo urbano de la capital catalana. La visión reduccionista y a menudo estresante de la Barcelona consagrada al monocultivo turístico es del todo inexacta. De ahí sólo come un 6% de los empleados del área de Barcelona.
Así lo acredita un informe elaborado por el jefe del departamento de estudios económicos de la Cambra de Barcelona, presentado en la última sesión del comité de crisis del alcalde. Este comité asesora a Hereu sobre la situación económica de la ciudad.
El informe analiza los cambios en el mercado de trabajo a partir del estudio de las afiliaciones a la Seguridad Social en la provincia de Barcelona en el último decenio, del 2000 al 2010.
En estos diez años ha habido cambios importantes. Los obreros industriales (empleados en las manufacturas, la logística y la construcción) ocupaban a más de la mitad de los trabajadores metropolitanos en el 2000. Ahora, en cambio no superan el 50%.
Dentro del propio sector también ha habido cambios porque ahora tiene más peso el transporte que la producción de manufacturas. La construcción, la tercera pata del sector industrial en este análisis de la Cambra, ha menguado ligeramente pero se mantiene, con una baja relativa, la proporción de trabajadores que empleaba antes del boom y ahora, en pleno desastre. La construcción sigue representando, pese al descalabro, el quinto grupo de actividad en el área.
Esta disminución del segmento industrial metropolitano, aventura Josep Ramon Rovira, autor del trabajo, no significa que en términos de valor añadido la industria haya reducido su peso en el conjunto de la economía porque en paralelo se puede haber producido un aumento de la especialización. En suma, aun conmenos empleo, puede generar más riqueza. Este sector es clave además para garantizar la vocación exportadora de la economía catalana que es, además, la más importante de España.
Los servicios personales comprendidos en ellos la educación, la salud o el turismo, han ganado peso en la economía de la región metropolitana. En su análisis, de nuevo se constata la sobrevaloración del turismo. Una percepción que seguramente tiene que ver con una visión estrecha de la extensa geografía barcelonesa. En realidad, el resto de servicios comprendidos en este mismo epígrafe, han creado más empleo en el último decenio en la regiónmetropolitana que el turismo. La salud, la educación y los servicios sociales se han colocado en el primer puesto de lista de actividades generadoras de empleo en este decenio.
Josep Ramon Rovira advierte, sin embargo, que la dependencia del sector público –que sufre ahora severas restricciones presupuestarias– de este grupo de actividad puede yugular esas expectativas. Posiblemente, sólo la incorporación del capital privado podría aliviar esa contradicción, sugiere el trabajo de la Cambra.
El tercer eje del análisis de la Cambra son los servicios científicos, técnicos y profesionales. En este epígrafe se incluyen la mayor parte de los sectores en los que están puestas buena parte de las esperanzas del reciclaje de la economía metropolitana. Los indicadores del decenio para este sector no son malos: ha ganado peso en el conjunto de la economía Barcelonesa, del 21 al 26 por ciento y ha impulsado un crecimiento medio anual del 2,8 por ciento en la ocupación.
El informe de la Cambra vaticina que este sector seguirá incrementando su peso en empleos y riqueza en el área de Barcelona, aunque advierte que no todo serán actividades de alto valor añadido.
El informe analiza los cambios en el mercado de trabajo a partir del estudio de las afiliaciones a la Seguridad Social en la provincia de Barcelona en el último decenio, del 2000 al 2010.
En estos diez años ha habido cambios importantes. Los obreros industriales (empleados en las manufacturas, la logística y la construcción) ocupaban a más de la mitad de los trabajadores metropolitanos en el 2000. Ahora, en cambio no superan el 50%.
Dentro del propio sector también ha habido cambios porque ahora tiene más peso el transporte que la producción de manufacturas. La construcción, la tercera pata del sector industrial en este análisis de la Cambra, ha menguado ligeramente pero se mantiene, con una baja relativa, la proporción de trabajadores que empleaba antes del boom y ahora, en pleno desastre. La construcción sigue representando, pese al descalabro, el quinto grupo de actividad en el área.
Esta disminución del segmento industrial metropolitano, aventura Josep Ramon Rovira, autor del trabajo, no significa que en términos de valor añadido la industria haya reducido su peso en el conjunto de la economía porque en paralelo se puede haber producido un aumento de la especialización. En suma, aun conmenos empleo, puede generar más riqueza. Este sector es clave además para garantizar la vocación exportadora de la economía catalana que es, además, la más importante de España.
Los servicios personales comprendidos en ellos la educación, la salud o el turismo, han ganado peso en la economía de la región metropolitana. En su análisis, de nuevo se constata la sobrevaloración del turismo. Una percepción que seguramente tiene que ver con una visión estrecha de la extensa geografía barcelonesa. En realidad, el resto de servicios comprendidos en este mismo epígrafe, han creado más empleo en el último decenio en la regiónmetropolitana que el turismo. La salud, la educación y los servicios sociales se han colocado en el primer puesto de lista de actividades generadoras de empleo en este decenio.
Josep Ramon Rovira advierte, sin embargo, que la dependencia del sector público –que sufre ahora severas restricciones presupuestarias– de este grupo de actividad puede yugular esas expectativas. Posiblemente, sólo la incorporación del capital privado podría aliviar esa contradicción, sugiere el trabajo de la Cambra.
El tercer eje del análisis de la Cambra son los servicios científicos, técnicos y profesionales. En este epígrafe se incluyen la mayor parte de los sectores en los que están puestas buena parte de las esperanzas del reciclaje de la economía metropolitana. Los indicadores del decenio para este sector no son malos: ha ganado peso en el conjunto de la economía Barcelonesa, del 21 al 26 por ciento y ha impulsado un crecimiento medio anual del 2,8 por ciento en la ocupación.
El informe de la Cambra vaticina que este sector seguirá incrementando su peso en empleos y riqueza en el área de Barcelona, aunque advierte que no todo serán actividades de alto valor añadido.
Hola Elisenda, veig que compartim inquietuds. He arribat al teu blog precisament per voler aprofundir en aquesta noticia, i em sembla interessant. Et tornaré a visitar amb més calma.
ResponEliminaPer cert, saps si es pot trobar l'estudi a què es refereix la noticia? Ens bloguegem. Salut!